SOPAROT NADALENC DE NIT DE DIJOUS

Una Navidad no es una Navidad “com Deu mana” si Nit de Dijous no celebra su cena tradicional. “En guany” hemos de agradecer a la Falla Dr. Maranón la cesión de su casal para tal evento, amén de la parafernalia necesaria para que todo saliese sobre ruedas. Asimismo, queremos dejar constancia de nuestro agradecimiento particular a Silvia (casalera mayor del reino “falleril”) y a las dos señoras tan simpáticas y serviciales que nos pusieron los “cafeses” y los “kubatas”.

Bien, dejémonos de rollos y al grano, que la gente quiere enterarse de cómo fue la historia con todo lujo de detalles (no decimos con “pelos y señales” para no herir la susceptibilidad de “naide”).

A eso de las veintidós horas menos cuarto, más o menos, se abrieron de par en par las puertas del casal para que los convocados y convocadas (ya pensabais que me olvidaba de vosotras, eh?) fueran entrando, cual estrellas de la noche “hollywudiense” o mislatense (lo mismo da), en el recinto de la celebración. Pero antes, “pa” que lo sepáis, hubo que hacer un arduo trabajo previo de planificación, intendencia y preparación, llevado a cabo por el equipo de “mantenimiento” habitual. Gra……… De nada.

Yo no sé que pasa, pero cada año compramos menos comida y nos sobra más, igual nos hacemos mayores y comemos menos, no lo entiendo, y menos este año, que teníamos sección juvenil (como en las fallas) y se supone que “menjen mes” (¿?) O, a lo mejor, es porque alguno/a veníamos de un cumpleaños y recién merendaos/cenaos. Sería un poco de todo, pienso yo.

Lo primerito que llamó la atención fue la preparación de la mesa, con mantel de “verdá” y sus adornos navideños y “to”, fruto del arte de bien combinar las bolas y las velas de Fulitu, llevado a cabo por nuestro estilista particular “RuperTo-ny”. De la minuta qué decir, un acierto total. Qué forma de expresar tan grácilmente lo que, de otro modo, hubiera pasado simplemente por una cena fría y sencilla de preparar. Ahora bien, he notado la falta de uno de los platos estrella, el morro, quizá porque ya cada cual disponía del suyo propio…

Antes de tomar asiento, el reportero oficial del evento, “osesase”, un servidor, llevó a cabo la una sesión de fotos de pareja junto al árbol navideño (podéis ver el resultado en el “Slide” que voy subir, si me sale; espero que sí). Mientras, el resto del equipo se ocupó de poner los entrantes en la mesa. Hay que resaltar que el servicio fue magnífico y la continuidad de los distintos platos con las diferentes viandas fue simplemente perfecta. Tanto el equipo “más-culino” como el “menos-culino”, trabajaron a la perfección para que todo estuviera en el momento adecuado, sobre todo en los postres. Algún documento gráfico hay que refleja fielmente lo que comento. Llegado este momento, no puedo dejar de comentar un par de escenas que recogió la cámara de fotos referidas al postre, más concretamente a la nata y el caramelo. Sí, sí… vosotras ya me entendéis, “golosonas”.

Seguidamente, llegó “El Amigo Invisible” y se sacó el carro de “Merca-dueña” para la distribución de los regalos. Este año, como novedad, el que recibía el regalo, sacaba el siguiente regalo, y así sucesivamente. Los primeros fueron “sin”, y no es que fueran descafeinados, no, es que no se pusieron gorro de Papá Noël. El resto nos lo pusimos todos, con más o menos gracia. A unos les quedaba más empinado que a otros (creo que porque cogía algo de aire). Triunfaron los complementos de moda: bufandas, “foulares” y “ joyerío y relojerío “ vario. Hubieron regalos de todo tipo: prácticos, cachondos, simpáticos , inútiles, sexys , y “fins i tot”, alguno con poca gracia. Es lo que tiene el “amigo” invisible, que no sabes nunca quien te toca (hasta que alguien te lo dice antes de acabar la cena).

“Endespués”, los “cafeses” y los “brindises”, con el sorbete “Miguel-ín” para regocijo de todos los presentes. Especial mención merece el brindis “Aschendere, deschendere….”, que fue seguido con especial atención por todos aquellos que lo desconocían hasta la fecha. Al final, hubieron vasos de sorbete de los que no cayó ni un agota (el mío, por ejemplo), para dar fiel testimonio de lo bueno que estaba.

Entre pitos y flautas, nuestro “pincha-portátil” particular nos puso algunos ritmos latinos para rebajar la cena, Algunos, de tanto comer, no podíamos ni con nuestra alma. Además, la rueda de merengue que hicimos, parecía más un “churro” de “bechamel” que otra cosa. ¡Qué descoordinación, por favor! Menos mal que teníamos la excusa de la bebida…

Como lo del baile no prosperó demasiado, pasamos a los chistes y el “manólogo” que nos ofreció nuestro amigo Manolo sobre el “Macho ibérico: especie en extinción ?” Algunos recordamos épocas pasadas, cuando llevábamos calcetines blancos e íbamos a la disco a exhibir nuestras dotes de bailarín dominguero de medio pelo. ¡Qué bonitos recuerdos! Me gustaría oír los que la juventud de hoy en día cuenta en el futuro…

La parte artística dio paso a los “juegos en familia”, en los que María y Marian nos hicieron pasar un buen rato, obsequiándonos con una buena dosis de risas y cachondeo de lo más variado. La psiquiatra acabó más loca que sus pacientes, y la “contacuentos“ con un lío monumental en su cabeza. Gracias por prestaros voluntaria y desinteresadamente para regocijo de los asistentes. Próximamente, daremos una lección magistral en una sesión monográfica sobre los conceptos derecha-izquierda, para que todos nos pongamos de acuerdo. Recibiréis la invitación por correo.

Y con esto y algunos chistes “albertianos” y otros de distinto calibre, acabamos la velada, habiendo aprendido muchas cosas; entre otras, cómo meter un elefante en un frigorífico y cómo para meter una jirafa, hay que sacar primero al elefante.

GRACIAS A TODOS Y HASTA EL AÑO QUE VIENE.
¡¡¡ FELIZ 2010 !!!